Receta vegana: pisto

Hola a todos! Hoy os traigo una recetilla vegana muy muy rica para los días fresquitos. Pocas veces pensamos en esta receta como vegana pero así es, no hay daño animal por ningún lado. Si quieres hacerla vegetariana, puedes incluirle un par de huevos o una tortilla francesa y quedará de rechupete. Si por el contrario, no te preocupa si es vegetariano, vegano o lo que sea, puedes añadirle pollo, atún o incluirlo con cualquier plato.

Normalmente en mi casa se hacía el pisto por aprovechar aquellas verduras que ya se estaban poniendo un poco feas. Yo siempre compro calabacines y como no sabía qué comer en mi día vegetariano, decidí hacer un pisto que me ha quedado buenísimo.

¿Tenéis hambre? Comencemos:



      1 calabacín.


      1 cebolla.


      1 o 2 dientes de ajo.


      2 pimientos verdes.


      1/2 pimiento rojo grande.


      1/2 bote de tomate triturado o al gusto.


      Sal.


      Aceite de oliva.

Estas cantidades dan para 2 o 3 veces. Yo lo he cenado, lo he comido y me sobra para otro día. Lo cené con un huevo y lo he comido con espárragos verdes y me pongo buenos platos, que lo sepáis.
Vamos a ver cómo lo hice :)



      La preparación es muy sencilla. Lo peor es que tarda un poco en hacerse pero si se hace a fuego lento no sólo saldrá más rico, sino que no tendréis que estar pendientes de ello. Para empezar picamos toda la verdura. Los ajos yo los troceé grandes así como todas las verduras, pero si te gustan los trocitos pequeñitos os tardará mucho menos en hacerse. Se pica la cebolla en trozos grandes y se echa a la cacerola junto con los ajos y un buen chorro de aceite. Cuando esté transparente y tierna la cebolla, se echan los pimientos rojos y verdes y se remueve. El fuego tiene que estar bajo, en mi caso estaba a 4 o 5 sobre 12.


      Cuando los pimientos están tiernos, es el momento de echar el calabacín. Si lo echáis con piel os quedará más al dente si lo echáis sin piel debéis tener cuidado para que no se os deshaga el calabacín. Al cabo de unos pocos minutos, se echa el tomate triturado y un poquito de sal. Si lo habéis hecho despacio y durante mucho tiempo, la cebolla y los pimientos se habrán caramelizado con su propio azúcar, por lo que no necesitaréis echarle nada para quitar la acidez del tomate.


      Cuando el tomate haya reducido y el calabacín esté tierno, probamos para rectificar la sal. En mi caso no tuve que echarle nada más, por lo que lo separé del fuego y lo dejé enfriar.

Y ¡aquí está! Como veis yo lo partí bastante grande, pero es que yo soy muy bruta y me gusta que cada cosa tenga su propio sabor y si lo parto pequeñito todo me sabe a lo mismo.
Os recomiendo que lo preparéis de un día para otro porque se potencian los sabores, pero si tenéis prisa podéis comerlo al momento.


Hasta aquí el post de hoy, siento haberlo puesto tan tarde pero he tenido problemas de salud con respecto a los ordenadores y no es bueno abusar de ellos, es un consejo. Os dejo hoy pero mañana nos volvemos a leer, ¿vale? si hacéis el pisto de alguna otra forma dejádmelo en los comentarios y así lo pruebo y mejoro la técnica :) 

Hasta la próxima!!



0 comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado? Yo no gano nada haciendo esto, pero me gustaría saber tu opinión :) Gracias

MBG. Con la tecnología de Blogger.